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Semana de la mujer
Sofonisba
El Museo del Prado dedica una exposición excepcional a
las artistas Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.
09.03.2019 | Por Ana Belén García Flores (adaptación)
que nunca firmaba, se pierde en la memoria y su figura en el olvido. Retirada en Palermo, murió a los 93 años.
La recuperación de las autoras olvidadas: el relato de las mujeres
La rehabilitación de Sofonisba Anguissola arranca a mediados de los años setenta del siglo xx de la mano de un grupo de historiadoras norteamericanas.
El Museo del Prado dedicará a Sofonisba An- guissola y a Lavinia Fontana (Bolonia, 1552 - Roma, 1614) una exposición de 70 de sus obras el próximo mes de octubre. Dos artistas fuertes que rompieron esque- mas en el arte occidental con una producción de altísi- ma calidad, pero que fueron injustamente olvidadas.
Lavinia Fontana fue la primera pintora en re- gentar un estudio propio. Se casó con el también pin- tor Gian Paolo Zappi, que abandonó su carrera artís- tica para ocuparse de los once hijos que tuvieron en común, aunque también la ayudaba a pintar los fon- dos de sus obras. El matrimonio vivía de los ingresos de ella. Toda una proeza para una mujer en la época.
El referente de la boloñesa es Sofonisba An- guissola. Pero Fontana da un paso más allá. Se atreve con los desnudos femeninos y masculinos en pinturas religiosas y mitológicas de grandes formatos, algo iné- dito para una mujer hasta aquel momento.
Anguissola Pintora renacentista pionera
Sofonisba Anguissola (Cremona, c. 1535 - Pa- lermo, 1625) fue una pintora italiana célebre por sus retratos y autorretratos, considerada la primera mu- jer pintora de éxito del Renacimiento. Perteneciente a una familia noble de Cremona venida a menos, esta extraordinaria retratista fue la mayor de seis herma- nas, todas pintoras.
Sofonisba destaca pronto como dibujante y se convierte en celebridad con la ayuda de su padre. Su fama llega a oídos de la corte de Felipe II, en la que se establece durante una década. La artista se abre paso en la corte madrileña como dama de compañía de la reina Isabel de Valois, a la que enseña dibujo, sin renunciar a su condición de pintora de cámara, consciente de su talento. Sin pretenderlo, se convierte en pionera.
«Sus retratos y autorretratos gustan tanto en la corte que incluso se le pide al pintor oficial del rey, que era Alonso Sánchez Coello, que haga copias de lo que ha hecho Sofonisba, y eso es algo muy, muy, no- table», asegura Leticia Ruiz, conservadora del Museo del Prado, en una entrevista a RTVE.es. «Sofonisba les da a todas las artistas que van a venir después un espejo donde mirarse. Ella se convierte en modelo de respetabilidad», insiste.
Cuando la artista regresa a Italia, su pista artística empieza a desvanecerse. Su obra en la corte de Felipe II,
Autorretrato (1556), Sofonisba Anguissola (Museo Łańcut, Polonia)
Autorretrato tocando la espineta (1577), Lavinia Fontana (Accademia di San Luca, Roma).
Reportaje en RTVE (adaptación)