Page 9 - SECUENCIAS de Lengua castellana y literatura 4
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                       El teatro
Por último, el teatro, con una generosa producción de dramas, rompe con las normas aristotélicas que había impulsado el movimiento neoclásico. Ya no es necesa- rio respetar las tres unidades aristotélicas (el tiempo, el espacio y el conflicto único). Las obras teatrales pierden también cualquier propósito didáctico que ser- vía de motor en las obras neoclásicas: lo importante no es educar al espectador, sino representar los conflic- tos sociales o la individualidad de los personajes.
El Romanticismo en España
En España el Romanticismo llegó con retraso respec- to a los otros países. La razón fue que el reinado de Fernando VII impidió el desarrollo de un movimiento cul- tural que promovía la libertad como el valor más impor- tante para los individuos y las sociedades.
Tras la muerte del soberano en 1833, volvieron a España los intelectuales que se habían exiliado, como el duque de Rivas y José de Espronceda.
Se considera que el Romanticismo español se inició entonces, en 1834, con la publicación del poema El moro expósito, leyenda en doce romances, escrita por Ángel de Saavedra, duque de Rivas.
¿Cómo afectó a la literatura española el reinado de Fernando VII?
A partir de ese momento, los autores más importantes fueron José de Espronceda y José Zorrilla, autor de ver- sos y obras teatrales.
Además, otras autoras destacaron en un entorno predo- minantemente masculino.
Avanza 17 11 Dos posrománticos imprescindibles
Después de las aportaciones de los primeros románticos españoles, que representaron la corriente más política del movimiento, surgió un estilo más intimista, personal y sub- jetivo: el de los posrománticos, con dos autores impres- cindibles: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
¿Qué características distinguieron las obras de Bécquer y Rosalía de Castro de las de los poetas románticos que les precedieron?
          Bécquer, un poeta en la bohemia madrileña
        Gustavo Adolfo Bécquer (1836- 1870), sevillano e hijo del pintor costumbrista José Domínguez Bécquer, llega a Madrid con diecio- cho años. El joven poeta comienza a moverse en las tertulias culturales de la capital, donde forja amista- des importantes en los ambientes literarios e incluso en las esferas de
poder. En ese Madrid de la segunda mitad del siglo xix, Gustavo Adolfo Bécquer entra en contacto con la poesía de los padres del Romanticismo europeo, como lord Byron y Heinrich Heine, y comienza a tra- bajar como periodista.
Tras su muerte –con solo 34 años–, sus amigos orga- nizaron una colecta para publicar su obra y destinar lo recaudado a su viuda y sus tres hijos. En ese libro póstumo aparecían, sus célebres Leyendas.
          Rosalía, alma del Rexurdimento
       Rosalía de Castro (1837-1885) nace en Santiago de Compostela y se convierte en la figura principal del Rexurdimento, la etapa cultural de la historia de Galicia que devol- vió la perdida dignidad a la lengua gallega y produjo grandes obras en esta lengua.
Cantares gallegos, libro de poemas que la autora publica en 1863, está considerado como el verdade- ro comienzo de la literatura contemporánea gallega, aunque Rosalía también escribió en castellano. Su poesía, tanto en una lengua como en otra, alcanzó la culminación de la sentimentalidad romántica y fue el preludio de un incipiente Realismo que, como ella, prestaría atención a la temática social.
          Carolina Coronado (1820-1911)
Gertrudis Gómez
de Avellaneda (1814-1873)
 ¿Cómo describirías el prototipo del héroe romántico?
 











































































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