Page 9 - SECUENCIAS de Lengua castellana y literatura 1
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                 que soy Manolito Gafotas, insultarme es una pérdida de tiempo. Bueno, tam- bién me pueden llamar Cabezón, pero eso de momento no se les ha ocurrido y desde luego yo no pienso dar pistas. Lo mismo le pasaba a mi amigo el Ore- jones López; desde que tiene su mote ahora ya nadie se mete con sus orejas.
Hubo un día que discutimos a patadas cuando volvíamos del colegio porque él decía que prefería sus orejas a mis gafas de culo de vaso y yo le decía que prefería mis gafas a sus orejas de culo de mono. Eso de culo de mono no le gustó nada, pero es verdad. Cuando hace frío las orejas se le ponen del mismo color que el culo de los monos del zoo; eso está demostrado ante notario. La madre del Orejones le ha dicho que no se preocupe porque de mayor las ore- jas se encogen; y si no se encogen, te las corta un cirujano y santas pascuas.
La madre del Orejones mola un pegote porque está divorciada y, como se sien- te culpable, nunca le levanta la mano al Orejones para que no se le haga más grande el trauma que le está curando la señorita Esperanza, que es la psicóloga de mi colegio. Mi madre tampoco quiere que me coja traumas, pero, como no está divorciada, me da de vez en cuando una colleja, que es su especialidad.
La colleja es una torta que te da una madre o, en su defecto, cualquiera, en esa parte del cuerpo humano que se llama nuca. No es porque sea mi ma- dre, pero la verdad es que es una experta como hay pocas. A mi abuelo no le gusta que mi madre me dé collejas y siempre le dice: «Si le vas a pegar, dale un poco más abajo, mujer, no le des en la cabeza, que está estudiando.»
Mi abuelo mola, mola mucho, mola un pegote. Hace tres años se vino del pueblo y mi madre cerró la terraza con aluminio visto y puso un sofá cama para que durmiéramos mi abuelo y yo. Todas las noches le saco la cama. Es un rollo mortal sacarle la cama, pero me aguanto muy contento porque luego siempre me da veinticinco pesetas en una moneda para mi cerdo —no es un cerdo de verdad, es una hucha— y me estoy haciendo inmensamente rico.
Hay veces que me llama el príncipe heredero porque dice que todo lo que tiene ahorrado de su pensión será para mí. A mi madre no le gusta que ha- blemos de la muerte, pero mi abuelo dice que en los cinco años de vida que le quedan piensa hablar de lo que le dé la gana.
Mi abuelo siempre dice que quiere morirse antes del año 2000; dice que no tiene ganas de ver lo que pasará en el próximo siglo, que para siglos ya ha tenido bastante con este. Está empeñado en morirse en 1999 y de la prós- tata, porque, ya que lleva un montón de tiempo aguantando el rollo de la próstata, tendría poca gracia morirse de otra cosa.
Yo le he dicho que prefiero heredar todo lo de su pensión sin que él se muera, porque dormir con mi abuelo Nicolás mola mucho, mola un pegote. Nos dor- mimos todas las noches con la radio puesta y si mi madre prueba a quitarnos la radio nos despertamos. Nosotros somos así.
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   ¿Tiene habitación propia Manolito? ¿Por qué?
La peseta era la moneda oficial de España hasta que se sustituyó por el euro en 2002.
¿Por qué el abuelo llama «príncipe heredero» a Manolito?
¿Qué problema de salud tiene el abuelo?
¿El abuelo quiere morirse antes del año 2000? ¿Por qué?
             




















































































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