Page 12 - Catálogo BAT Lengua castellana y literatura
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                                                          Clara ha descubierto que su abuelo estuvo en la cárcel con Miguel Hernández después de la Guerra Civil y que fueron compañeros de celda. Y también que no siente nada de simpatía por el abuelo de un compañero de instituto suyo.
Leemos
 ¿A qué se refiere cuando dice que está saturada de sintaxis?
¿Por qué cree Víctor que decir «esto mola» podría provocarle «un síncope» a su madre?
¿Qué es un síncope?
Audio de la lectura
Mala luna
Rosa Huertas (adaptación)
Clara salió a la calle con intención de no ir a su casa a estudiar. Le resultaba imposible concentrarse en el examen de Lengua. Se tomaría un rato para digerir tanta cárcel.
Sin querer, encaminó sus pasos hacia la Glorieta, en dirección contraria al domicilio, y de pronto se encontró frente al portal de Víctor. En lugar de lla- mar al portero se decidió por enviarle un mensaje:
«stoy n el portal d tu casa, bja si pueds»
Menos de dos minutos tardó en aparecer Víctor.
—Te hacía estudiando Lengua —fueron sus primeras palabras—. De paseo no se sacan tantos sobresalientes. Es broma, me alegro de verte.
Clara no estaba segura de para qué, exactamente, lo había llamado. Quería com- partir el relato de su abuelo, pero no sabía si debía contárselo todo. Si le revelaba que su abuelo podía haber sacado de la cárcel a Miguel Hernández y no lo hizo, y que el cuaderno negro fue más una especie de venganza que un regalo, segu- ramente el chico no volvería a confiar en ella, y se acabó la aventura. No podía hacerlo, necesitaba que Víctor la dejase participar en la búsqueda del cuaderno. —Estaba saturada de sintaxis, necesitaba aire puro y discurso oral.
—Pues me alegro de que me hayas elegido para soltarme el discurso. Detesto pasarme las tardes enteras encerrado en casa. ¿Qué se hizo de tu amiga María? —No ha querido cambiarme por las subordinadas sustantivas.
—Lo siento por ella, yo ya las tengo superadas. Y sería potencialmente preocu- pante que tú no te las supieses ya a estas alturas, las llevamos dando desde tercero. —¿Qué has dicho?
A Clara le sorprendía el léxico que usaba ese chico, nadie en su clase decía «ignoro» o «detesto» y mucho menos «potencialmente preocupante». —¡Menudo vocabulario el tuyo, chico! Ni los políticos como tu padre hablan así. —Influencia materna. Es traductora. Ya sabes: la palabra exacta en la frase adecuada. Si me oye decir «esto mola» le da un síncope.
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  —Ves lo que te digo, yo diría «un patatús».
—Tú tampoco hablas mal y nunca te he oído decir palabrotas.
—Algunas digo de vez en cuando —contestó Clara—. Supongo que a tu madre le daría algo más que un síncope si te oye pronunciar un «joder». La verdad es que nos suena raro oírte hablar pronunciando todas las eses y usando palabras que nosotros solo leemos en los libros. Sé que hay gente que se mete contigo.
—No llevo mal vuestros agudos comentarios.
Caminaban sin rumbo fijo pero, charlando, sus pasos los acercaron hasta la plaza Nueva.
La plaza ilustraba los recuerdos de su abuelo. Allí se encontraba el banco en el que José y Aurora se regalaban palabras a falta de besos. Allí flotaban las imágenes de Miguel y Josefina sorteando charcos, que se juntaban con las de Clara, unos años atrás, dando de comer a las palomas bajo la atenta mirada de su abuelo. Un lugar puede condensar la vida de una ciudad y guardar las sobras de quienes lo habitaron, siempre que haya alguien que lo recuerde.
Se sentaron en un banco limpio a instancias de la chica. Víctor intuía que no se trataba de un simple paseo para despejarse: alguna confidencia quema- ba los labios de Clara.
—¿Qué me quieres contar? —preguntó al fin.
Clara suspiró. No podía quedarse callada; contaría solo lo que Víctor pudie- se oír sin peligro, nada que le provocase desagrado. Tenía que mantenerlo a su lado.
—Mi abuelo me ha contado más cosas —comenzó—. Me ha hablado del tiempo que estuvo con Miguel Hernández en la cárcel, de sus conversacio- nes, de su boda, de su muerte.
—Todo muy triste, seguro.
—No te puedes imaginar cuánto. El poeta le contó que tu abuelo era amigo suyo de la infancia, y que le consiguió trabajo en una panadería. —Ignoraba que mi abuelo hubiese sido panadero.
—Hay tantas cosas que no sabemos de nuestros antepasados —dijo Clara con un doble sentido que el chico no apreció—. Me dijo también que tu abuelo le regaló un cuaderno de tapas negras cuando estaba en la prisión de Ocaña, pues Miguel Hernández le pidió papel para escribir.
—Debe de ser el mismo cuaderno —le oyó decir con entusiasmo—. ¿Y cómo llegó a las manos de mi abuelo? ¿Qué contenía?
—Eso aún no lo sé, no me lo ha contado. Está jugando conmigo a Sherezade, la de Las mil y una noches.
—¡Qué listo tu abuelo!
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Leemos 3
¿Qué palabra es más coloquial, síncope o patatús?
¿Considera que los «comentarios» de sus compañeros de clase son realmente «agudos» o es una ironía expresada con sorna?
Miguel y Josefina se refiere al poeta Miguel Hernández y a su esposa, Josefina Manresa.
Condensar es sintetizar, resumir o compendiar algo.
¿Qué significa confidencia? ¿Quién lo ha escrito?
Rosa Huertas
Estudió Ciencias de la Infor- mación y Filología Hispánica, y además de escribir novelas, es profesora de Lengua y Litera- tura en un instituto de Madrid. Ha ganado unos cuantos pre- mios, como el X Premio Alan- dar de Literatura Juvenil 2010 por Tuerto, maldito y enamora- do; Premio Hache de Literatura Juvenil 2011 por Mala luna; Premio ciudad de Cartagena de Novela Histórica 2015 por Theotocópuli. Bajo la sombra del Greco.
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para asegurar
el logro de las
competencias
Las actividades competenciales se resuelven en las mismas páginas del dosier.
Conectamos ¿Qué sabemos?
Motiva a los alumnos partiendo
de situaciones reales y sondea sus conocimientos previos.
r.
puedo mejorar?
e participar más sin tener miedo a rme.
ue aprender a
r las tareas y a rme mejor.
¿Para qué me sirve?
El trabajo colaborativo me ayuda a aprender más y mejor, y a ser una persona colaborativa en todos los ámbitos de mi vida.
Saber organizar bien mi tiempo es útil e importante para mi vida diaria.
DOSIERES ESO
Los dosieres
Leemos
En las secuencias de literatura...
...en 1.o y 2.o trabaja la comprensión lectora y la competencia literaria.
...en 3.o y 4.o trabaja textos de escritores y escritoras de la literatura castellana.
Nos comunicamos
En las secuencias de comunicación...
....en 1.o y 2.o trabaja la comprensión lectora y el análisis del texto y las tipologías textuales. ...en 3.o y 4.o trabaja las diferentes tipologías textuales a partir de la comprensión, el análisis de la estructura y el lenguaje propios de cada texto.
  























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